El hermano del "Mencho" y la orden que dio para matar al pirata de Culiacán

“Tony Montana” el hermano del Mencho que fue detenido y la orden que dio de matar a "El Pirata de Culiacán"


El 18 de diciembre de 2017 cuatro hombres armados descendieron de una camioneta e ingresaron al bar “Menta2 Cántaros” en el municipio de Zapopan, Jalisco.



Ahí se encontraba un joven que para entonces ya tenía cierta fama en las redes sociales por aparecer en videos —que normalmente eran grabados por otras personas— notoriamente embriagado o bajo el influjo de alguna droga.



El mes anterior se había viralizado un video en el que Juan Luis Laguna Rosales, mejor conocido como “El Pirata de Culiacán”, en evidente estado de ebriedad, decía que el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, “no sabía en qué se había metido” y agregaba: “¡El Mencho’, a mí, me pela la verga!”.



Quizá por estar un poco más conscientes de las palabras que el joven había acabado de decir, o por simple precaución, los hombres que se encontraban en ese momento con el “Pirata de Culiacán”, según se pudo apreciar en el video, lo silenciaron rápidamente como si hubiera proferido una terrible maldición.



Casi de forma inconsciente, “El Pirata de Culiacán” inició su vertiginosa carrera como influencer en las redes sociales gracias a un video en el que unos supuestos amigos lo filmaron rompiéndose la frente contra el piso. El estado de embriaguez en el que se encontraba le impidió meter las manos para amortiguar el golpe.



Poco se sabe del pasado del “Pirata de Culiacán”. Se tiene conocimiento que nació en Villa Juárez, Sinaloa, y que su madre lo abandonó con su abuela y que nunca conoció a su papá.



Antes de terminar sus estudios, dejó la casa de su abuela y se fue a la capital del estado, Culiacán, donde se dedicó a lavar autos en las calles.

En la capital del narco, la vida lo llevó a juntarse con cierto tipo de personas que le facilitaron el acceso a alcohol, drogas, grandes fajos de dinero, mujeres, autos de lujo y armas para que posara con ellas en sus videos, los cuales, cabe mencionar, él casi nunca grababa.

Era más bien como el bufón de la juventud culiacanense, impregnada por todos lados de “narcocultura”. Sus filmaciones se viralizaron rápidamente porque “El pirata” aparecía inhalando un gramo completo de cocaína o acercándose demasiado a un tigre de bengala.

Aunque al Pirata lo han llamado “youtuber” no tenía ningún canal en la plataforma, mucho menos una cuenta verificada en la red social. Cualquiera que se lo encontrara de fiesta podía grabarlo, publicar el video en su cuenta y ganar miles de reproducciones. Pero de todo esto, Lagunas no poseía nada.

Aquel 18 de diciembre “El Pirata” anunció a sus seguidores en las redes sociales que se encontraba en Jalisco, y que esa misma noche iría al bar “Menta2 Cantaros”. Incluso detalló la hora de su llegada. Esa fue su última aparición en internet.

No tenía mucho tiempo de haber llegado al bar cuando los hombres armados que habían descendido de la camioneta se acercaron a él y le dieron 18 balazos.

Apenas se conoció la noticia de su muerte, uno de sus amigos publicó un corrido en la página de facebook del Pirata: “La fama me llegó de la nada, viví la vida como pude y le doy gracias a Dios por lo que tuve”.

La Policía de Zapopan nunca presentó una investigación sobre las causas que habían llevado a su muerte, la cual se terminaría aclarando gracias a un hecho aparentemente aislado: la detención en Zapopan en 2018 de Emilio Alexandro Pinedo, alias “El Sobrino”, identificado como el líder del “Grupo Élite” del CJNG.

También fue identificado como jefe de seguridad de Antonio Oseguera Cervantes, alias “Tony Montana”, el hermano mayor de “El Mencho” que fue capturado la madrugada de este 20 de diciembre en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, en el Área Metropolitana de Guadalajara, al sur de la capital tapatía, Tony le habría dado la orden de matar al Pirata de Culiacan.

La madrugada en que fue detenido en Zapopan por elementos del Ejército y la Agencia de Investigación Criminal, “El Sobrino” aún conservaba en su teléfono fotografías de cuerpos destrozados a tiros y a golpes.

Uno de ellos era el de “El Pirata de Culiacán”.

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