LEYENDAS MAS CONOCIDAS EN DURANGO

LA MONJA DE LA CATEDRAL

LA MONJA DE LA CATEDRAL
Cuenta la leyendaque en los años 50 y durante la intervención francesa en México, una monja de nombre "Beatriz", quién vivía en un pequeño convento a las afueras del estado de Durango, se enamoro de un soldado francés, cuyo cuartel militar estaba cerca de ese lugar.
Todas los días y a la misma hora el joven soldado pasaba en compañía de su tropa por la avenida principal frente al convento y Beatriz siempre lo veía desde una ventana de su dormitorio.
Un día, el soldado de nombre "Fernando" llega a las puertas del convento pidiendo ayuda a la monja por que el ejercito mexicano los había emboscado y entre el intercambio de disparos salio herido. En ese momento y al ver la desesperada situación del combatiente francés, Beatriz decide darle asilo por un par de días mientras recupera su estado de salud.
Con el paso de los días, Beatriz y Fernando se enamoraron uno del otro. Poco después, el soldado tuvo que retirarse, ya que era el fin de la consumación de la intervención francesa, no sin antes despedirse tristemente de su amada, a quien le prometió regresar algún día. Mientras su tropa buscada un lugar en donde esconderse, el ejercito mexicano dio con su paradero y fusilo a todos los soldados, entre ellos, Fernando.
Beatriz no sabia que había pasado con su enamorado por que ya tenia meses desde su partida. En ningún momento ella perdió las esperanzas y todos los días iba hasta el campanario de la catedral del pueblo a esperar el regreso de Fernando.
Lamentablemente sucedió algo trágico, una mañana mientras el sacerdote abría la puerta principal del templo religioso, se percato del cuerpo de una mujer que yacía sin vida, al parecer había caído desde el campanario desde una altura de más de 30 metros. Días después se descubrió la identidad de la victima, Beatriz, quién seguramente esperaba como de costumbre el retorno de su enamorado.
Desde ese trágico suceso, algunos habitantes que caminan por los alrededores de la catedral de Durango, aseguran ver todas las noches la silueta de una mujer en el campanario, ¿Será la difunta Beatriz que todavía sigue implorando la llegada de su amado?.
Se trataba de una persona, que llevaba habito, el cual no pudo seguir sujetando entre sus manos al distinguir que la figura en cuestión no era más que un cuerpo, le faltaba la cabeza, en ese momento, el Padrecito emitió un grito aún más escalofriante que la horrorosa aparición, y el alma se le salió del cuerpo por un momento. Cuando el Sacerdote finalmente pudo reaccionar, se echó a correr sin rumbo fijo ni dirección, solo quería alejarse de aquel monje decapitado, que flotaba detrás de él, gimiendo, llorando, suplicando a gritos que le ayudara a encontrar su cabeza.

EL HOMBRE SIN CABEZA

Tal vez esta sea una de las historias más conocidas y distorsionadas por las zonas del mundo proveniente de Durango, ya que seguramente has escuchado hablar alguna vez del famoso “Hombre Sin Cabeza” en una que otra historia de terror.

La leyenda original tiene lugar en los rieles del ferrocarril de Nazareno, Durango; donde un hombre trabajador de esa zona decidió una noche salir a beberse unas cañas con sus compañeros, y que al salir, el hombre ya ebrio quedó totalmente dormido en uno de los rieles del ferrocarril, dejando su cabeza recostada justo donde pasarían en la mañana las ruedas del tren.

Justo en la mañana, se dice que el conductor del tren logró ver al hombre recostado en las vías mientras que su tren iba a toda velocidad, este intentó detenerlo, pero ya era demasiado tarde por lo que con las ruedas del transporte, le cortó la cabeza al borracho durmiente en el camino.

Cuenta la leyenda que el hombre se puede ver por las noches deambulando por estas vías, caminando sin cabeza, estando esta en sus manos.

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