Familia Familia vive pesadilla por secuestro: “papá, consiga el dinero o nos van a matar”

San José. – Amenazados con un arma de fuego en la sien en algún lugar de México donde permanecen cautivos tras ser secuestrados por delincuentes mexicanos el primero de este mes, los hermanos nicaragüenses Heysell y Julmer Martínez Hernández enviaron un urgente mensaje a Nicaragua a su padre, Daniel de Jesús Martínez, para implorarle que “consiga” los 30 mil dólares para su rescate, porque “si no… dicen que nos van a matar”.

En un video de unos 28 segundos grabado por los secuestradores y difundido en redes sociales de internet, Heysell, de 21 años, lanzó un mensaje de súplica a su progenitor en medio de un incontenible llanto: “¡Por favor papa, ayúdenos! Consiga el dinero, si no nos van a matar. Ayúdenos papá, consiga el dinero de los dos porque si no dicen que nos van a matar o si no a cortarnos un dedo”.

“Nos van a cortar un dedo si no pagas los reales papá, porque nos van a matar”, relató Julmer, de 23, también en llanto, al revelar que sus captores lo amenazaron con cortarle los dedos. Los mensajes fueron enviados el domingo anterior.

La nicaragüense Libenia Yahosca Martínez, hermana de las víctimas y residente en Nicaragua, confirmó la veracidad de los llamados de auxilio de sus parientes desde México e informó a medios de prensa de ese país que “nos dijeron que diéramos 30 mil dólares, pero les dijimos que esa es una cantidad muy grande porque somos personas de escasos recursos”.

“Nosotros vamos a intentar recaudar 10 mil (dólares)”, agregó, al solicitar el respaldo de la población nicaragüense para recolectar el dinero.

El padre de Heysell y Julmer, también en Nicaragua, reconfirmó el monto exigido para liberarlos y admitió que carece de posibilidades de reunir esa cantidad.

Un adelanto de 5 mil dólares fue depositado anteayer, en un arreglo para reducir el rescate a 16 mil dólares, según distintas fuentes.

El diario digital nicaragüense 100% Noticias, uno de los principales medios independientes de Nicaragua y bajo asedio oficialista, publicó que un familiar de los secuestrados que el lunes se transfirieron 5 mil dólares y que “por la noche hablamos con los muchachos. Gracias a Dios tienen buenos sus dedos y sus manos, pero todavía nos hace falta completar el monto del rescate”.

El gobierno de Nicaragua seguía sin pronunciarse. Los dos jóvenes son oriundos de Jalapa, municipio rural del departamento de Nueva Segovia, en un punto extremo del norte de Nicaragua y fronterizo con Honduras. De acuerdo con los hechos que se divulgaron en medios, ambos emprendieron viaje terrestre el 13 de noviembre pasado por Honduras, Guatemala y México rumbo a Estados Unidos.

Según datos preliminares que trascendieron sujetos a reconfirmación, los dos fueron secuestrados el jueves primero de diciembre en Ciudad Juárez, Chihuahua, una de las más violentas y peligrosas comunidades mexicanas fronterizas con EU.

Una persona que Heysell y Julmer contrataron como “coyote” o traficante de seres humanos prometió llevarlos a EU, pero los abandonó en el riesgoso trayecto y los dejó a expensas de criminales. Se ignora si está involucrado un cártel mexicano del narcotráfico.

Los secuestros, las extorsiones y los sobornos son utilizados por mafias mexicanas para hostigar a las corrientes migratorias al transitar por México y exigirles a sus familiares que paguen rescates, en casos que se saldaron con masacres y otros sucesos sangrientos.

El secuestro de los hermanos se consolidó como el principio del fin de un año trágico para los migrantes irregulares de Nicaragua en México y EU.

El (no estatal) Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) aseguró que 35 nicaragüenses se ahogaron de marzo a julio de 2022 en el río Grande o Bravo al intentar pasar de México a EU. No hay cifras actualizadas.

El número de migrantes irregulares nicaragüenses que viajó sin visa a México y EU se incrementó por la crisis sociopolítica e institucional que empezó a azotar a Nicaragua desde abril de 2018, con multitudinarias protestas contra el gobierno y en reclamo de democracia.

Centenares de miles de nicaragüenses debieron salir de Nicaragua al exterior a partir de abril de 2018, en un escenario de intensa represión política ejecutada por las fuerzas policiales y parapoliciales o paramilitares oficialistas.

Aunque siempre prefirieron migrar a Costa Rica, Honduras o Panamá, por cercanía, nexo familiar y laboral y hasta por idioma, los nicaragüenses engrosaron desde 2020 las masivas corrientes de viajeros irregulares de latinoamericanos, caribeños, asiáticos y africanos a EU vía México.

El gobierno de EU confirmó que las retenciones de autoridades estadounidenses a nicaragüenses en los pasos fronterizos, mayoritariamente en el límite con México, aumentaron de 3 mil 164 de octubre de 2019 a septiembre de 2020 a 50 mil 722 de octubre de 2020 a septiembre de 2021.

De octubre de 2021 a septiembre de 2022 alcanzó el récord de 164 mil 600, mientras que del primero de octubre al 3 de noviembre de 2022 llegó a 20 mil 983, según el conteo oficial y sin contar a los que lograron cruzar de México a EU o por otros puestos y se establecieron legal o ilegalmente en territorio estadounidense. El total de interceptados del primero de octubre de 2019 al 3 de noviembre de 2022 sumó 239 mil 477 e incluyó a 5 mil 601 menores sin compañía. Del total, 237 mil 193 fueron detenidos en el sector entre